El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó el informe “MER-cenarios de la democracia”, el cual revela una serie de inconsistencias encontradas en casi 6 mil actas de cierre de las Mesas Electorales Receptoras (MER) de las elecciones primarias e internas del pasado domingo 14 de marzo de 2021.
En el documento, el CNA denuncia que lo ocurrido en los comicios internos es sólo un plan preconcebido en el que involucraron todos los partidos participantes, los cuales hicieron un ensayo que buscan perfeccionar el próximo 28 de noviembre, día de las elecciones generales.
El presunto fraude electoral comienza con los miembros de las MER, quienes fueron los responsables de hacer constar en los documentos de votación que en algunos sitios hubo más votantes que votos disponibles, y algunos de ellos participaron en más de una mesa. En un ejemplo, el documento indica que en la MER 05631 del Partido Liberal de Honduras, en el municipio de Gualcince, Lempira; la carga electoral era de 134 personas, sin embargo, uno de los candidatos presidencial obtuvo 245 votos.
Otro ejemplo destacado en el informe indica que en la MER 04077 del municipio del Distrito Central, en Francisco Morazán, los candidatos a diputados del Partido Nacional de las casillas 5 y 11 obtuvieron 367 y 401 marcas respectivamente, y los demás aspirantes de la planilla no sacaron ninguna.
Además, se denuncian prácticas “rurales y bochornosas” como la duplicidad de actas, lo que es indicativo de que hubo adulteración de alguna o existencia de actas falsas con la intención de irrespetar la voluntad popular en beneficio de candidatos específicos. Para este análisis, el CNA utilizó procedimientos basados en la Ley de Benford, también conocida como “Ley del primer dígito o de los números anómalos”, en la que se explica que en una gran variedad de números que existen en la vida real, la primera cifra que se espera que aparezca con más frecuencia que el resto de los números es el 1. Además, según crece este primer dígito, más improbable es que se encuentre en la primera posición.
Esto no es más que la muestra de cómo opera el sistema de corrupción instaurado en Honduras,pero en “modo electoral” que, con la inflación de votos, golpea a la democracia hondureña, y provoca la elevación en exceso de la deuda política de los partidos, agenciándoles fondos que no corresponden a los votos realmente conseguidos en las urnas.
Para limpiar el sistema democrático de la suciedad en la que los politiqueros lo han sumergido, el CNA recomienda, en primera instancia, aprobar las reformas electorales que el país necesita desde hace una década, las cuales pueden permitir la despolitización de las MER, para poder dar garantías de respeto a la voluntad popular.
Por otra parte, el Consejo Nacional Electoral (CNE), debe proceder a depurar las actas con inconsistencias y así dar resultados verdaderamente apegados a lo que la población expresó en las urnas el pasado domingo 14.
Por último, es necesario que los entes encargados apliquen las penas correspondientes a los hondureños que cometieron delitos electorales, para poder sentar un precedente en este tema.