José Victor Agüero Aguilar
La entrega de expedientes a las instancias persecutoras del delito denunciando a servidores y ex servidores públicos de distintas dependencias estatales involucrados en supuestos actos de corrupción, forma parte del nuevo papel que el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha adoptado en los últimos tres años para combatir este flagelo.
Entre el 2014 al 2016 el CNA presentó 52 líneas de investigación ante los operadores de justicia, identificándose un perjuicio en contra del Estado de aproximadamente tres mil millones de lempiras, que han sido despilfarrados por ciudadanos que amparados en un puesto público han robado a manos llenas.
A criterio del Papa Francisco “hay pocas cosas más difíciles que abrir una brecha en un corazón corrupto”. Indicó que esta persona vive del oportunismo e incluso llega a interiorizar una máscara de hombre honesto. “El corrupto no puede aceptar la crítica, descalifica a quien la hace, busca disminuir cualquiera autoridad moral que pueda cuestionarlo”, incluso ataca con insultos a todo el que piense diferente y si puede lo persigue.
Por regla general las personas señaladas como corruptas no son ningunos iletrados, muchos de ellos tienen estudios superiores al más alto nivel, provienen de hogares solventes, viven en colonias respetables, pero hay algo dentro de su estructura personal que los ha orillado a robar, mentir y planear vergonzosos actos fuera de la ley.
Esta situación no hace más que reflejar que la escala de valores morales y espirituales de estos individuos esta por el suelo, la avaricia y el deseo desbordado de poseer bienes materiales los impulsan a cometer actos desleales sin inmutarse ante el sufrimiento de los demás.
Frente a esta realidad el CNA por medio de la unidad de Auditoría Social ha implementado un programa de “Fortalecimiento de valores, ética y cultura de la transparencia” dirigido a servidores públicos que laboran en distintas dependencias estatales, con el objetivo de promover una mayor legitimidad que conlleve al mejoramiento de la función pública.
Destaca además el programa “Fomentando valores y cultura ciudadana en los niños de Honduras”, dirigido a alumnos comprendidos entre los 5 a 13 años de edad que forman parte del Sistema Educativo Nacional (SEN), con el propósito de fomentar los valores y cultura ciudadana desde edad temprana.
En una sociedad donde sus ciudadanos tienen invertida su escala de valores, son presa fácil para ceder ante los tentáculos de la corrupción, vemos a gobernantes, empresarios, ministros, directores y gerentes de instituciones del sector público como privado, verse involucrados en escandalosos actos cometidos fuera de la ley que llenan de vergüenza al país.
Frente a esta realidad el CNA está implementando acciones de prevención y disuasión contra la corrupción, si bien es cierto este flagelo no se va erradicar en su totalidad si se pueden emprender labores orientadas a generar un cambio de actitud en las personas lo cual no resulta una tarea fácil, es cuestión de principios se trata de decisiones personales que incidirán de forma positiva o negativa en la vida de las personas.
Honduras requiere de un nuevo modelo de ciudadano que se distinga por asumir una conducta ejemplar, donde predomine una vocación de servicio, lealtad, rectitud y transparencia en su desempeño público, igualmente el trabajo que se realiza con niños/as permitirá ir forjando la construcción de una patria donde sus hijos rechacen la repudiable corrupción.
