Se ve que el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) no le anda tapando nada a nadie y lo único que hace es su trabajo en el combate a la corrupción. Las irregularidades atribuidas a la ex Primera Dama se mencionaban desde hace tiempo, pero no pasaban de ser rumores.
La reacción del abogado de la esposa de Porfirio Lobo no es muy profesional que se diga y producto de una evidente falta de argumentos, algo similar a lo que dijo Manuel Zelaya cuando el ineficiente Tribunal Superior de Cuentas (TSC) anunció que indagaría sus bienes. Miren que diferencia, mientras el CNA anuncia la denuncia contra “mi Rosa” concluida ya la investigación y con las supuestas pruebas en mano, el TSC hace el anuncio de que hará una investigación, nada más para figurar en los medios, con el peligro de que está poniendo en sobreaviso al expresidente. Cosas que pasan en nuestro país.
Pero volviendo al tema de la acusación contra la ex Primera Dama, esperemos que el caso se lleve hasta las últimas consecuencias. Si es culpable, que se aplique la ley, si es inocente que lo demuestre en los tribunales, pero con otro argumento que no sea que se trata de una “apología de odio hacia su condición de mujer”. ¿En serio abogado Julio César Ramírez? ¿Esa es su defensa? No dijo que era persecución política porque los mismos cachurecos están gobernando, si no fijo que esa hubiera sido su estrategia.
No olviden que el CNA es una entidad responsable que cuenta con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, y si el río suena es porque piedras lleva.
Rosa Isabel Lazo
CIUDADANA.
