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El CNA no forma parte del Gobierno. Es una instancia de sociedad civil con personería jurídica, duración indefinida y patrimonio propio, dedicada a prevenir, disuadir y combatir la corrupción en Honduras.

 

Consejo Nacional Anticorrupción (CNA)
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Tegucigalpa, Honduras
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Ciudad Mateo

La hojarasca crujió bajo el peso de aquellos zapatos, la maleza se había acumulado en el suelo por casi treinta años. Aquella cama de helechos había hecho paulatinamente su trabajo, ya el camino era difícil de distinguir. Poco a poco seguimos avanzando mientras el viento silbaba y se colaba entre las construcciones, rompiendo el silencio que imperaba en la zona. De no ser por ese viento persistente, hubiese podido palpar el silencio.

Detuve el paso para poder observar mi alrededor. Las casas formaban una hilera gris, una fila de construcciones desprotegidas, sin techos, sin ventanas, sin puertas, sin habitantes. Las enredaderas, los arbustos y espinas se hacían camino en las entradas, ventanas, paredes y caminos de cada construcción. Apenas había espacio para pasar entre algunas de ellas. El gris de las paredes y el verde de la vegetación presentaba un contraste curioso entre la decadencia de una obra marcada por la vileza de unos cuantos y la vida que siempre se abría paso. Un sentido de profundo abandono se hizo uno con el viento y las grietas se hicieron más notorias.

A aquellas casas les faltaba el calor de la humanidad, el calor del hogar, el calor de quienes debieron habitarlas, más nunca lo hicieron. Casi como a un espectro, el bullicio de las familias, las risas de los niños, el olor al café de la tarde, se presentaban como lo que pudo ser y que nunca pudo ser.

La promesa de aquellos nefastos gobernantes había creado la ciudad de nadie. En aquel lugar, el tiempo no había sido benevolente y su huella era imborrable. Ciudad Mateo se yergue y mantiene en pie como evidencia tangible del abandono, silencio y corrupción.

….

Corría el año de 1992 y el gobierno del expresidente Rafael Leonardo Callejas impulsó un proyecto habitacional que solventaría la crisis (en aquella época) habitacional en la capital de nuestro país. Bajo las proyecciones iniciales de esta monumental obra, se planificó la construcción de 4,890 viviendas para los empleados del Gobierno Hondureño.

Sin embargo, el 2 de enero de 1973 mediante Decreto Ejecutivo, la subcuenca del Río Guacerique fue declarada Zona Forestal Protegida. El Gobierno de Callejas se había topado con un primer muro. Idealmente el gobierno de aquel momento debía hacer estudios de impacto que evaluasen la viabilidad del proyecto. A pesar de esto último, procedieron con la construcción y sin licencia ambiental y con un decreto de emergencia fantasma, el proyecto inició.

La obtención de las tierras sería el segundo muro que esta administración encontraría, pero nada es imposible para quienes buscan su propio beneficio. La segunda fase de este proyecto incluyó la compra de tierras a precios estratosféricos y la vieja herramienta de sobrevalorar costos fue la base sobre la que se edificaron las casas de habitación que hoy permanecen en abandonadas en Ciudad Mateo.

Durante seis años, el proyecto siguió avanzando hasta que encontró su tercer muro. Los entes ambientales de regulación entraron en escena y la Fiscalía Especial de Medio Ambiente (FEMA) del Ministerio Público y la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) hicieron los estudios de impacto pertinentes y determinaron que la obra nunca debió iniciar en primer lugar. Tanto la cuenca del Río Guacerique, que abastece al 25% de los habitantes de la capital, y la Represa Los Laureles, guardiana del vital líquido, se verían afectadas y contaminadas por la ubicación del proyecto habitacional.

¿Cómo puede un gobierno resguardar la vida de sus ciudadanos contaminando los recursos que necesitan como medio de subsistencia? Ciudad Mateo es evidencia de la corrupción, de la mala administración y de los golpes que recibe la dignidad humana. La mala planificación, la falta de base teórica y científica y el desfalco de fondos son lo que convierten a Ciudad Mateo en un perjurio no sólo económico, sino humano.

A la fecha, todos los gobiernos sucesores han prometido reactivar Ciudad Mateo como medida de mitigación de la crisis habitacional de Tegucigalpa, sin embargo, la normativa ambiental es estricta.

¡Falta planificación y voluntad! ¡Se siente la huella de la corrupción en el aire!

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