Tegucigalpa.
Durante años, el Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados del Poder Ejecutivo (INJUPEMP) navegó en las aguas de la administración pública como casi todos los entes estatales de Honduras lo han hecho, con más retos que aciertos.
Uno de los grandes temas a mejorar en las prácticas del Estado es la aplicación de la ética en las labores diarias de los servidores públicos, pues se ha identificado que carecer de este valor es uno de los grandes problemas al momento de actuar como empleado de una institución gubernamental.
En un país donde la ética surge como necesidad esencial, pero poco valorada, es obligación de todo ciudadano cultivarla y más aún, aquellos personeros que se encargan de remar al servicio a la ciudadanía.
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), en el marco de un acuerdo de colaboración con dicha institución estatal, viene implementando desde el año 2015, una serie de talleres intensivos y espacios de capacitación de fortalecimiento de valores y habilidades que han mejorado el desempeño del INJUPEMP en la institucionalización de la ética pública.
A partir de estos esfuerzos dirigidos desde el CNA hacia el quehacer público, se reactivó el Comité de Probidad y Ética del instituto de jubilaciones y pensiones, mismo que había sido desarticulado y la idea de su funcionamiento, abandonada por muchos años.
SOCIEDAD CIVIL
Tras el impulso como instancia de sociedad civil, se retomó con éxito el proceso de elecciones internas a través del cual se elige a los integrantes con un conteo de votos de manera pública y transparente, mismo que se había diluido con el paso del tiempo.
Los resultados positivos con este apoyo, se ha visto manifiesto en que las elecciones de los miembros del comité se realizan cada dos años y hasta la fecha se ha venido haciendo de manera ininterrumpida y consolidada como una política a partir de prácticas éticas.
Asimismo, con reactivación del comité, dio paso a que, con el transcurso del tiempo, se pudiera elaborar un Código de Ética aplicable para toda la institución, lo que se convirtió en un gran logro, pues a partir de la vigencia del instrumento, en INJUPEMP se considera a la ética como un valor primordial en la toma de decisiones.
De hecho, uno de los elementos a destacar como logro es que ahora existe un protocolo de denuncias en temas como corrupción y maltrato laboral a lo interno de la institución, cosa que no existía, pero que se implementa en la actualidad.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Asimismo, con la serie de capacitaciones que desde 2015 imparte el CNA en el tema, se contribuyó de manera específica a la mejora de la gestión documental y la debida rendición de cuentas institucional, logrando el necesario entendimiento de los conceptos y aspectos esenciales contenidos en la normativa aplicable en materia de transparencia.
Para ser más exactos, actualmente el 80% del personal del INJUPEMP ha recibido capacitaciones mediante una serie de módulos que, entre otros temas, refuerzan el conocimiento de los empleados en el enfoque de los valores y la ética, impartido por el CNA.
También, en los talleres, se analiza el fenómeno de la corrupción desde diferentes perspectivas, y se transfieren conocimientos para el fomento de una verdadera cultura anticorrupción en el ejercicio público.
Al haber finalizado con la socialización del Código de Ética de la institución, un cambio fue expresamente visible, puesto que el personal se encontró en la capacidad de mejorar y actualizar procesos y conceptos, con el propósito de combatir la corrupción a fin de que se respeten o se creen protocolos, se transparenten procesos y a que exista rendición de cuentas.
El fomento de valores esenciales en la conducta profesional de los seres humanos, no sólo representará un beneficio para la gestión de entes gubernamentales a lo largo de los años, si no que hará que las decisiones tomadas terminen en alcanzar el bien común, ese ideal que deben perseguir todos aquellos que sirven a la ciudadanía desde un puesto público.
Estandarizar la información de la institución y ser más abiertos en la difusión de sus actuaciones por medios de las redes sociales, podría parecer de poco impacto para una institución como INJUPEMP, no obstante estar divulgando procesos a partir de la tecnología se ha convertido en un gran logro y reto a superar cada vez.
Con esta experiencia exitosa a partir de involucrar los esfuerzos desde la sociedad civil en las instituciones estatales se ha fijado el inicio del recorrido por la ruta de las buenas prácticas que deben regir la conducta de los funcionarios y servidores públicos.
