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El CNA no forma parte del Gobierno. Es una instancia de sociedad civil con personería jurídica, duración indefinida y patrimonio propio, dedicada a prevenir, disuadir y combatir la corrupción en Honduras.

 

Consejo Nacional Anticorrupción (CNA)
Colonia San Carlos, calle República de México
Tegucigalpa, Honduras
Tels: +504 2221-1181 / 2221-130

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Campañas

Fortalezcamos al CNA por Marlin Ávila

FORTALEZCAMOS AL CNA

Marlin Óscar Ávila

9 de abril de 2016

Ya el Consejo Nacional Anticorrupción ha publicado una aclaración y defensa por este ataque sin fundamentos. Lo único que se visualiza es una reacción de autodefensa de algunos altos funcionarios del Estado actual manchados por la corrupción. Esto seguirá sucediendo a medida que se va combatiendo este flagelo.

Acabamos de enterarnos sobre la campaña de desprestigio montada por algunos detractores de la honestidad y la lucha contra la corrupción, cuando dos abogados, Marlon Duarte y Daniel Rivera Mena, fueron ante el Ministerio Público y medios de comunicación, el día martes 5 de abril de 2016, por la supuesta compra irregular que siguió la Dirección Ejecutiva y Jefe de la Unidad de Investigación, Análisis y Seguimiento de Casos del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), para la adquisición de vehículos, sin realizar un proceso de licitación.

A la población hay que recordarle que el CNA ha pasado por varias etapas en su desarrollo, pero además que esta institución es resultado de muchos esfuerzos de la ciudadanía, es decir, por quienes no sustentaron ningún poder del Estado, para llegar a lo que ahora es: una institución de lucha contra la corrupción. El CNA no es de quienes lo administran y componen su Consejo ahora, estas personas, con alguna excepción seguramente, no estuvieron en su gestación y maduración. Como cualquier institución imperfecta ha sufrido de algunas debilidades, particularmente después del golpe de estado. Irónicamente, su peor momento ha sido cuando una representante sindicalista ocupó su Dirección.  Reponerse de esta decaída no fue fácil, pero un elemento fue clave en su recuperación: la llegada a su Dirección de la Abogada Gabriela Castellanos.

Si revisamos su historial, los mejores resultados de lucha frontal contra la corrupción han sido ahora que ella está al frente de tan importante institución de nuestra ciudadanía. No podemos resumir sus trabajos aquí en esta corta nota, pero si se abre la página web del CNA podrá constatar lo que decimos. No estamos desmeritando otros trabajos importantes que el CNA ha realizado, particularmente en períodos cuando fue dirigido por el abogado German Espinal y por el Lic. Sergio Membreño, bajo la coordinación de don Juan Ferrera. Sin embargo, ahora el CNA ha rebasado la línea que algunos políticos le habían trazado para no pisar terreno minado por la corrupción. Estamos seguros que si la ciudadanía le sigue apoyando, esta institución podría incluso ampliar su pequeña membresía y atribuciones, para tomar mayor empuje y servir con mayor efectividad a la lucha contra la corrupción.

Seguramente si la clase política dentro del Congreso Nacional del 2005 al 2007 no le hubiese reducido tanto sus atribuciones legales, para mantenerla controlada, este país no estuviera pidiendo la intervención de la comunidad internacional para combatir el flagelo de la corrupción que ahora nos asfixia. La propuesta era que fuese una mayor representación de la ciudadanía organizada la que integrara su Consejo. No obstante, fue reducido e infiltrado por los partidos, disfrazados, y funcionarios del Estado.

Aún existe la oportunidad de fortalecer a esta nuestra institución, pero debemos hacerla completamente un organismo de la ciudadanía o lo que llamamos de “la sociedad civil”, pero de todos los sectores y no de unas pocas ONGs, elegidas sutilmente por la cooperación internacional,  que se adjudican la representatividad sin ser muy auténticas. Es la representación de las grandes mayorías las que deberían estar allí. Vamos, hagamos el esfuerzo de fortalecer nuestro CNA y dejemos de “serrucharle el piso”.