Se trata de una propuesta comunicacional directa, frontal y categórica, que apela a tocar las emociones y sentimientos de una sociedad indignada que ve con estupor como los corruptos de cuello blanco han dilapidado los fondos del erario público ante la vista y paciencia de un sistema de justicia inoperante al servicio de las elites del poder.
La campaña “De frente contra la corrupción” se estructuró con una óptica que enfatizó en mostrar a la colectividad hondureña los efectos desastrosos de la corrupción y el hastío que generan ciertos personajes de la vida pública o bien quienes se esconden detrás de empresas, sectores religiosos o estructuras militares sin sufrir un castigo amparado en ley.
Esta campaña sin precedentes en el Consejo, se estructuró en dos etapas: A. Del 8 de junio al 8 de agosto. Se produjeron dos spots que fueron utilizados en radio, televisión, redes sociales y 30 salas de cine en las ciudades de Tegucigalpa, Choloma, Puerto Cortés y El Progreso. Asimismo, se diseñaron gráficos para visibilizar momentos específicos para la campaña las cuales fueron subidas a las diferentes plataformas sociales. Parte de las novedades de campaña fue posicionar mensajes en más de 30 estructuras de vallas fijas (publicidad de exteriores) y tres pantallas digitales en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula.